El Tren Bala: 50 años de uno de los símbolos más populares de la modernidad japonesa
El primero de Octubre de este año
(2014), el tren bala japonés “Shinkansen” cumplió medio siglo de existencia,
hecho que ha sido celebrado en todo Japón, aunque se han dado actos
conmemorativos principalmente en Tokio, Shizuoka, Nagoya, y Osaka. Este tren
fue inaugurado el primero de Octubre de 1964, siendo el primer tren de alta
velocidad en el mundo, lo que lo convirtió en un símbolo internacional de la
modernidad japonesa. “Desde su inauguración, la línea Tokio-Osaka transportó un
total de 5600 millones de pasajeros, sumando 2000 millones de kilómetros de
travesía” (La nación, 2014). Debido a su gran importancia, se realizó una
ceremonia para conmemorar los 50 años de operación del Shinkansen, en la que
“un tren de nueva generación modelo N700A partió desde la estación central de
Tokio con destino a Fukuoka (suroeste), bajo la atenta mirada de los
trabajadores de la compañía ferroviaria Japan Railway e invitados a la
ceremonia nacidos el mismo año en el que se inauguró el expreso, 1964” (El
Tiempo, 2014). En Shizuoka, Nagoya y Osaka se realizaron actos similares que
conmemoraron la salida del primer tren programado de línea Tokaido (nueva línea
troncal) que abandonó la plataforma nueve de la estación de Tokio hace 50
años.
El icónico tren representa mucho
más para la cultura japonesa que un avanzado sistema de transporte, ya que se
ha convertido en un ícono mundial que representa a Japón y su tecnología. La
línea Tokaido revolucionó el transporte mundial y se convirtió en un símbolo de
la excelencia tecnológica de Japón, además, ésta también evoca la época de
bonanza económica que siguió a la posguerra. Debido a ello, es posible deducir
que el tren bala provoca varios sentimientos dentro de la sociedad japonesa,
que incluyen desde el orgullo por su excelente desempeño y reconocimiento
internacional, hasta algo de nostalgia porque recuerda, en una época en la que
la economía se encuentra más estancada, al boom económico que se dio un tiempo
después de la finalización de la segunda guerra mundial. La línea Tokaido
cubría la conocida Ruta del Mar Oriental, principal vía comercial del
país que unía la ciudad de Edo (antiguo Tokio) con Kioto y Osaka. Es por eso
que además de las ceremonias ya mencionadas, se han organizado exposiciones
culturales que destacan la historia del tren bala. “Enmarcado en la celebración
de sus 50 años de servicio, y sin olvidar los Juegos Olímpicos que comenzaron
nueve días después de su apertura, el Museo Edo-Tokio de la capital acoge desde
esta semana una exposición dedicada a ambos hitos” (El Tiempo, 2014).
La historia
del tren bala, así como su significado para el pueblo japonés, no son menos
impresionantes que la velocidad y seguridad por la que es mundialmente
reconocido. “Japón empezó a trabajar en una línea de alta velocidad
durante la Segunda Guerra Mundial, pero la construcción se detuvo en 1943
cuando se acabaron los fondos. La idea se retomó en la década de 1950, pero
muchos cuestionaron un proyecto tan costoso, sobre todo con la expansión del
viaje por aire y las autopistas.
Las críticas
se tornaron en orgullo cuando la construcción, financiada en parte con un
préstamo de 80 millones de dólares del Banco Mundial, concluyó a tiempo para
las Olimpiadas de Tokio en octubre de 1964” (La nación, 2014). El Shinkansen
reavivó el interés mundial por los trenes de alta velocidad, ya que siguiendo
el ejemplo de Japón, varios países europeos como España y Francia desarrollaron
líneas de alta velocidad. El tren bala es un ejemplo del desarrollo de la alta
tecnología y la eficiencia, en la medida en que ha sido reconocido como un
sistema de transporte ejemplar. Ante este ejemplo de eficiencia, es posible
realizar una comparación con la situación del transporte en Latinoamérica y
especialmente en Colombia, en donde es visible la falta de innovación.
El tren bala
es capaz de alcanzar una velocidad de 320 Km/h, y lo que es más sorprendente,
no ha sufrido ningún accidente durante sus 50 años de existencia. La seguridad
de este sistema de transporte es bastante notoria, pues estos trenes nunca han
sufrido un accidente, a excepción de un leve incidente ocasionado por un sismo,
que se dio en el 2004. El balance de seguridad del tren es impecable, en la
medida en que ninguna persona ha muerto en un accidente del Shinkansen. “Otro
motivo de orgullo es la ya legendaria puntualidad de los Shinkansen, que en
este aspecto no tiene parangón en el mundo. Salvo cuando ocurren catástrofes
naturales como terremotos o tifones, en Japón apenas se registran retrasos. En
2011, el retraso medio de un Shinkansen no llegaba a más de 36 segundos,
informó orgullosamente el diario Sankei Shimbun” (Fortuna, 2014). Esta
puntualidad, muy conocida en todo el mundo, se debe, tanto a la avanzada
tecnología que se emplea para conectar la red de trenes y evitar retrasos, como
a la coordinación con la que es administrado el Shinkansen.
La
frecuencia con la que salen los trenes bala de la estación central de Tokio es
notoria, pues salen casi con la misma frecuencia de los trenes suburbanos,
debido a la gran cantidad de pasajeros que se movilizan diariamente. “Tan solo
entre Tokio y Osaka viajan diariamente en el Shinkansen unos 400.000 pasajeros”
(Fortuna, 2014). Mientras que hace 50 años el trayecto entre Tokio y Osaka
tardaba cuatro horas, hoy en día tarda solo un poco más de dos horas y media,
por lo que se puede afirmar que lo que distingue al Shinkansen es su alta
velocidad de desplazamiento continuo. A pesar de que estos trenes son ya
bastante avanzados, Japón busca seguir mejorando uss tecnologías para el
transporte ferroviario. Es por ello que hace algunas semanas Japan Railway
sometió a prueba el tren de levitación magnética Maglev, el cual alcanzó 500
Km/H. Así, como lo afirman varios medios de comunicación, “Japón insiste en ir
más allá, y tras ampliar la red de shinkansen hasta la prefectura de Aomori,
(norte) y la de Kagoshima (suroeste), continúa construyendo y planificando
nuevas líneas, incluyendo una de levitación magnética que quiere inaugurar en
2027 para unir Tokio y Nagoya en 40 minutos, hasta a 500 kilómetros por hora”
(La tercera , 2014).
En
conclusión, el tren bala japonés es un ícono representante de la innovación, el
desarrollo de la tecnología y la administración eficiente. Desde su
inauguración en 1964, ha demostrado ser un elemento que enorgullece a los
japoneses, puesto que es reconocido en todo el mundo como el primer tren de
alta velocidad. Esto, sumado a la gran seguridad que ofrece viajar en el tren,
son hazañas dignas de admirar, donde se ve la cultura y la dedicación japonesas
en su máximo esplendor. El tren bala es un ejemplo del tipo de infraestructura
que deja de ser una simple herramienta diariamente utilizada, para convertirse
en un símbolo nacional. Adicionalmente, los esfuerzos que se están llevando a
cabo actualmente en Japón, para desarrollar nuevas tecnologías que permitan
aumentar la velocidad a la que se desplaza este tipo de transporte, son
importantes tanto para el desarrollo científico del país, como para el avance
tecnológico mundial. Ello, en la medida en que así como la primera generación
del tren bala, inaugurado en Japón hace 50 años, estimuló a otros países a
retomar los trenes como una solución de transporte viable y eficiente, los
avances que se den de ahora en adelante en la tecnología del transporte,
servirán de inspiración para muchos países. Así, las soluciones de transporte
veloces y seguras, serán desarrolladas a lo largo del mundo.
BIBLIOGRAFÍA
•
El Tiempo. (2 de Octubre de 2014). Los 50 años del emblemático tren bala de
Japón. El Tiempo .
• Fortuna.
(7 de Octubre de 2014). Shinkansen El tren bala japonés cumple 50 años. Fortuna
.
•
La nación. (2 de Octubre de 2014). El Tren Bala japonés cumplió 50 años. La
nación .
•
La tercera . (1 de Octubre de 2014). Japón celebra hoy los 50 años del tren bala.
La tercera .
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